Límites
y Fronteras
La periferia de los Estados está constituida por dos elementos
claramente diferenciados: el límite internacional y la frontera.
El límite internacional es la línea convencional que separa dos
Estados contiguos. El establecimiento de esa línea es, por lo general,
resultado de un largo y penoso proceso
sostenido entre países vecinos que han acudido a distintos elementos jurídico
(tratados, arbitrajes, mediaciones) e incluso a veces a la guerra para
definirá. La historia ofrece numerosos ejemplos al respecto.
Adviértase que todo limite es producto de una decisión humana, que
utiliza algún elemento (línea de a las cumbres, vaguada, paralelo, etc.) que
sirva de apoyo o sostén al límite: en consecuencia, no existen “limites
naturales” sino solo convencionales o arbitrarios.
La frontera, en cambio, es la franja de territorio que se encuentra
al lado del límite internacional: por ello, todo límite internacional genera
dos fronteras. Caracteriza a la frontera la mezcla de las características
de los países vecinos (idioma, actividades económicas, etc.). El ancho de la
frontera de un país es variable y difícil de precisar: responde a la influencia
que soporta de su colindante.
Los estados insulares y los
sectores litorales de un Estado (como el caso de Argentina), no poseen
frontera, aunque exista un límite jurisdiccional en las aguas oceánicas. En
estos casos en lugar convendrá referirnos a fachadas y, en tal sentido, podemos manifestar que nuestro país
posee una importante fachada en el océano Atlántico Sur.
En la porción antártica del territorio argentino no existe, en sentido
estricto, una frontera y ello es así por la especial situación jurídica en que
se encuentra la Antártida.
La República Argentina ha tenido cuestiones de límites con todos sus vecinos, es
decir, han existido problemas para establecer con precisión el límite
internacional entre nuestro país y los cinco que lo rodean. Al respecto conviene tener presente
que:
·
Estas cuestiones no se produjeron
por ansias de expansión de territorial de nuestro país sino como consecuencia
de la imprecisión de los límites vigentes hasta 1810.
·
Ninguna de estas cuestiones se
resolvió mediante una guerra.
·
La mayoría de las cuestiones se
resolvieron por acuerdo entre las partes: en algunos casos se acudió al
arbitraje o a la mediación.
·
Todas las cuestión,
lamentablemente, han sido resueltas de manera absolutamente perjudicial para
nuestro país.
A continuación presentamos algunas
cuestiones de límites que ha tenido Argentina con los países que limita.
Cuestiones
de límites con el Brasil
1_ La
cuestión de misiones
Territorios que formaron parte de las
antiguas misiones jesuíticas motivaron la intervención como árbitro de Grover
Cleveland, presidente de los Estados Unidos. Su laudo, de 1895, otorgo toda el
área en disputa al Brasil, área que algunos autores estiman en 30.000 km cuadrados de
extensión, equivalente a la provincia de misiones. Actualmente los ríos Pepirì
Guazu y San Antonio son portadores del límite internacional actual, en cuya
provincia se encuentran enfrentadas las localidades de Bernardo de Irigoyen
(punto extremo oriental de Argentina) y la localidad de Dionisio Cerqueira –
Barracao
Cuestiones
de límites con el Paraguay.
1_
Cuestiones del Chaco Boreal
En
1870 concluyo la guerra entre la Triple Alianza y el Paraguay, pero recién en
1876 se firmo la paz entre Argentina y ese país, que estableció que los ríos
Alto Paraná y Paraguay servirían de apoyo al límite internacional. Empero quedo
sin resolver la denominada “cuestión del chaco boreal”, referida al territorio
emplazado entre los ríos verde y Pilcomayo. La cuestión fue sometida al
arbitraje de Rutheford S. Hayes, presidente de los Estados Unidos, quien en 1876 fallo a favor de Paraguay, y
nuestro país, al año siguiente, entrego la localidad de Villa Occidental,
actualmente Villa Hayes.
El río Pilcomayo en consecuencia quedo
como portador del límite internacional.
2_
Cuestiones en el río Pilcomayo.
Numerosos tratados se firmaron entre la
Argentina y el Paraguay para establecer el límite internación en el rio
Pilcomayo, tarea difícil por los continuos desplazamientos de este rio. El
tratado final se firmo en 1945 y se previó la realización de distintas obras, a
fin de asegurar la estabilidad del límite internacional.
Cuestiones
de límites con Chile
1_ Cuestión
de la Puna
La Argentina había recibido (tratado de
1889) los derechos de Bolivia sobre la Puna, pero Chile desconoció la cesión.
Se realizaron varios intentos para establecer el limite internacional, todos
infructuosos, hasta que se acudió al representante de Estados Unidos en Buenos
Aires, William Insco Buchanan, quien actuó como mediador o demarcador, junto
con un delegado argentino y otro chileno. En 1889 se puso fin al diferendo y la
mayor parte del territorio en disputa quedo en poder de Argentina, pero ello no
significo un éxito diplomático, pues todo el territorio en cuestión pertenecía
legítimamente a nuestro país.
2_ Cuestión de los Andes Patagónicos.
En los Andes Patagónicos se planteo un
grave problema pues, en algunos lugares, por acción tectónica, no coinciden la
línea correspondiente a las más altas cumbres (línea orográfica, situada a
occidente) y la línea correspondiente a la divisoria de aguas (línea
hidrográfica, situada a oriente). Obviamente nuestro país sostuvo la validez de
utilizar a la línea orográfica como apoyo al límite internacional, en tanto
Chile se pronuncio a favor de la línea hidrográfica; en algunos lugares la
distancia entre estas líneas es de 60 kilómetros .
La
controversia fue sometida al arbitraje ingles y en 1902, se expidió el rey
Eduardo VII mediante un laudo que constituyo una solución de compromiso:
otorgando a la Argentina la hoya del lago Lacar, pero en muchos lugares apoyo
el límite en la divisoria de aguas. Correspondieron a nuestro país 40000 kilómetros
cuadrados del total en disputa, pero lo más importante es que la línea limítrofe
fue separada de la costa para evitar que Argentina tuviera salida al océano
Pacifico.
2_ La cuestión de
Beagle
El tratado de 1881 estableció que las islas al sur del
canal de Beagle fueran chilenas y su protocolo adicional y aclaratorio de 1893
estipulo que ningún punto en el atlántico podía pertenecer a Chile, y del mismo
modo que ningún punto en el Pacifico puede pertenecer a la Argentina, principio
de exclusión oceánica ratificado enfáticamente en los pactos de 1902. Inicialmente la disputa surgió acerca de la jurisdiccion de las Islas Picton, Nueva y Lenoxx y se fue ampliando hasta comprometer el sector oceánico extendido entre la isla de los Estados y cabo de Hornos.Los tratadistas argentinos sostuvieron que dichas islas se encuentran al oriente del canal de Beagle por lo cual es necesario que se aplique lo estipulado en 1881, ya que se encuentran en el Océano Atlántico.
SeEn 1971 se acordó un compromiso arbitral que dio origen al laude de la corona inglesa de 1977 – favorable a Chile- declarado nulo por nuestro país en 1978. Después se acudió a la mediación del Papa Juan Pablo II, que dio a conocer su propuesta en diciembre de 1980, no aceptada por nuestro país. En octubre de 1984, finalmente, ambos países llegaron a un acuerdo en el marco de la mediación papal. Este acuerdo, que constituye una transacción, otorga a Chile todas las islas en disputa y le reconoce un área dentro del océano Atlántico, de singular riqueza.
SeEn 1971 se acordó un compromiso arbitral que dio origen al laude de la corona inglesa de 1977 – favorable a Chile- declarado nulo por nuestro país en 1978. Después se acudió a la mediación del Papa Juan Pablo II, que dio a conocer su propuesta en diciembre de 1980, no aceptada por nuestro país. En octubre de 1984, finalmente, ambos países llegaron a un acuerdo en el marco de la mediación papal. Este acuerdo, que constituye una transacción, otorga a Chile todas las islas en disputa y le reconoce un área dentro del océano Atlántico, de singular riqueza.
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